miércoles, 23 de enero de 2013

Científicos predicen que Santiago de Chile se pondrá más seca y más cálida.



Ésta es la traducción de un artículo aparecido en la revista Phys.org.

Hoy en día, el 10% o más de la población de la Región Metropolitana se ve afectada por el extremo calor o las inundaciones. Y estas amenazas parecen incrementarse debido a la continua expansión de la capital chilena, los consecuentes cambios en el uso del suelo y las influencias del cambio climático. Debido a esto el Proyecto de Investigación Internacional AdaptaciónClimáticaSantiago (CAS) ha desarrollado, durante tres años, un plan de adaptación al cambio climático para la Región Metropolitana que ha sido entregado al Gobierno Regional y al Seremi del Medio Ambiente. Este plan fue desarrollado por científicos alemanes y chilenos trabajando para el Centro de Investigaciones Ambientales Helmholtz (UFZ), el Instituto Karlsruhe de Tecnología (KIT) y la Universidad de Chile junto con la Pontificia Universidad Católica de Chile.
Santiago se pondrá caluroso
El plan de adaptación es la respuesta al cambio climático y su impacto en la Región Metropolitana. Los científicos del Proyecto CAS esperan cambios significativos para el año 2050. Investigaciones predicen un aumento de uno o dos grados en promedio de las temperaturas máximas y mínimas; debido a esto, es más probable que aumente el número de días con temperaturas sobre los 30 grados. Adicionalmente las precipitaciones disminuirán hasta en un 20%. De hecho, las precipitaciones se concentrarán en menos días que ahora, como consecuencia, de acuerdo a estos escenarios, crecerá el riesgo de inundaciones. Debido al crecimiento de la población y la consecuente expansión de la ciudad, combinado con los cambios climáticos pronosticados, los científicos esperan problemas en el suministro de agua y energía, así como un incremento en la población potencialmente expuesta al calor extremo a las inundaciones.
Catorce medidas fueron desarrolladas en conjunto por los científicos y las autoridades, entre las que se incluyen la creación de sistemas de monitoreo, más áreas verdes en la ciudad y el uso de los canales de regadío existentes en la precordillera para reducir el riesgo de inundaciones. Además se recomendaron medidas para incrementar la participación y la información del público, y un programa para la dotación de techos frescos en hogares de bajos ingresos. La implementación del Plan y sus medidas cuenta con el apoyo del Gobierno Regional y de la Seremi Metropolitana del Ambiente. Concordante con esto, una consulta pública acerca del plan está agendada para dentro de varios meses y consecuentes pasos hacia una implementación concreta ya fueron planeados.
Además, en cooperación con la CEPAL, se ha implementado dentro del marco de Proyecto CAS, una Red Regional de Aprendizaje entre científicos y autoridades con capacidad de decisión. Esta red incluye seis megaciudades latinoamericanas (Buenos Aires, Bogotá, Lima, México, Santiago de Chile y Sao Paulo). Esta Red Regional de Aprendizaje de científicos y autoridades fue establecida con el objetivo de comprender y discutir en la práctica la adaptación urbana al cambio climático, así como la promoción del intercambio entre ciudades de la región. Dentro de lo que es el proyecto de investigación, se organizaron tres talleres para alcanzar estos objetivos. “El primer taller apuntaba al intercambio científico, el segundo apuntaba a fortalecer el intercambio entre autoridades dentro de los distintos niveles de administración de las ciudades y el tercer taller reunió a ambos grupos”, informó el Dr. Kerstin Krellenberg de la UFZ, coordinador del Proyecto CAS.
El trabajo dentro del marco del Proyecto CAS fue financiado por la Iniciativa Internacional de Protección Climática dependiente del Ministerio Federal del Medioambiente (BMU). El Plan de Adaptación es el resultado de la cooperación entre política, práctica y ciencia. Diez mesas redondas organizadas por el Proyecto, acerca de sus tres años de duración en Santiago, constituyen el elemento central de ésta cooperación.
El grupo chileno-alemán de investigación se concentrará, durante los próximos tres años, en opciones adicionales de adaptación al cambio climático a nivel local de ciudades latinoamericanas en base a vulnerabilidad urbana.

martes, 22 de enero de 2013

Bicicletas de paseo



Si una bicicleta se ve como bicicleta, esa es una bicicleta de paseo. Si una bicicleta parece decir “estoy de vacaciones”, esa también es una bicicleta de paseo. Es nada más que una bicicleta, en una forma minimalista, sin cables, sin manillar y sin amortiguadores, una simple y sencilla bicicleta; lo que la hace ideal para llenarla de cosas.                                                                                     
Un primo no muy devoto de las cletas hace poco me dijo: “el otro día me subí a una bici con uno de esos asientos anchos y se sintió la raja”. Sospeché, pero averiguando más supe, que la bici era una bicicleta de paseo. Ninguna otra bici da esa sensación de ir flotando. Aceptémoslo, pedalear es entretenido, pero no siempre es suavemente agradable. Una bici de paseo es un montón de metal pesado, pero en este caso esa es una ventaja, porque la hace más fácil de manejar; la bicicleta simplemente se mueve en forma estable y todo lo que el ciclista tiene que hacer es pedalear para mantener el impulso. Este ciclista queda agradablemente sentado con una postura recta, mirando directamente al camino o al paisaje; da la impresión de que la vida es fácil. Por eso es que las bicicletas de paseo son perfectas para disfrutar del tiempo libre y por eso es que también se les llama playeras.
 
Estas bicicletas existen desde que en Estados Unidos la compañía Schwinn las inventó a principios de los años ’30, en plena depresión, cuando la abundancia de pobreza hizo muy difícil vender bicicletas. En esa época, las bicis eran vistas como un lujoso juguete para niños, pero mientras tanto, la siempre necesitada juventud necesitaba transporte. Necesitaban un vehículo asequible, resistente y confiable, y Schwinn respondió modificando marcos de motos para construir una máquina robusta con neumáticos de baja presión, lo que resultó en una bicicleta particularmente resistente que otorgaba a quien la montaba la característica postura erguida. El modelo fue un éxito, y otras compañías comenzaron a imitarlo. A través del tiempo, se hicieron muchos cambios: tanques de combustible falsos, focos delanteros, alforjas, puños con flecos, espejos retrovisores, fundas para pistolas de fogueo, temática cowboy e incluso se les incorporó radios AM. Pero por sobre todos eso cambios, lo que define a una bicicleta de paseo permaneció: un pesado marco de acero con los tubos superior e inferior curvos, tapabarros, neumáticos de baja presión, piñón de una velocidad, frenos de torpedo y un ancho y confortable asiento con resortes.
 
Vinieron los ‘60s y la popularidad de las bicis de paseo se diluyó por algún tiempo. Otros tipos de bicicleta se alternaron en el favoritismo del público por algunas décadas. Sin embargo, las bicicletas de paseo aún se usaban en la playa para actividades recreativas, lo que les dio el nombre de playeras.

La nostalgia las revivió cuando los ’80 comenzaban. Ahora son más bicicletas playeras que de paseo, pero aún se pueden reconocer. Lo que las define, aún permanece, y por supuesto, se inventó un montón de cosas con qué llenarlas. Una playera siempre lucirá muy bien con un canasto o un cubre cadena, pero en el mercado hay bicicletas de paseo con manillar de frenos, desviadores de cadena, manillar de cambios, amortiguadores para mountain bikes e incluso frenos de disco. No se trata de ser puristas, pero se puede ser más discreto.
 
Las masas con cambios integrados son discretas, y vienen con freno de torpedo o con freewheel. Parecen una masa gruesa con piñón de una velocidad, así que la bici se ve normal de una velocidad, pero dentro de la masa hay hasta ocho cambios. Si usted quiere accionar los cambios con un sistema común de desviador de cadena y piñón de múltiples velocidades, la bicicleta debe estar en movimiento, pero eso no es necesario con una masa de cambios integrados, también conocida como masa de cambios. Una masa de cambios le permite partir pedaleando con el cambio más liviano, sin importar qué cambio tenía cuando se detuvo. El problema es que mientras más velocidades tenga la masa, más engranajes tiene, más fricción se produce y se necesita más esfuerzo para pedalear. No es gran cosa, pero un sistema de piñón se siente más liviano, exceptuando una masa de cambios de tres velocidades. Esa es la mejor opción si usted quiere un sistema de cambios integrados, una bici playera no necesita más velocidades.

Los cambios de puño, parecen parte del puño; no están escondidos, pero al menos son discretos. Un problema es que no son tan agradables como parecen ser; los cambios de puño, tuercen las muñecas. El otro problema es cuán durables son, no duran mucho. Por supuesto, algunas marcas son mejores que otras, pero un cambio de puño no dura tanto como otro tipo de cambio de la misma marca; se rompen.

Puede que tenga una parrilla trasera, puede que tenga una masa dinamo con un gran foco delantero, pero si usted está sentado en un sillín ancho con una postura agradablemente recta, esa es una bicicleta de paseo. No es una bici para andar rápido, ni para subir cerros, pero se siente muy bien pedalearlas, y será aún mejor si le pone una campanilla.

viernes, 4 de enero de 2013

Aprendiendo a pedalear




Su padre corriendo detrás de usted, sosteniendo su bicicleta y dejándole ir, es un buen recuerdo, pero él estaba haciendo todo mal. Si a su hijo o hija que ya camina, le dio una de esas bicicletas de madera que no tienen pedales, usted está haciendo todo bien; si ya es muy tarde para eso, aún puede hacer las cosas bien.                                                                                                                         
Sí, existe una forma correcta de enseñar a su hijo a andar en bicicleta, es natural y entretenida. A la edad de 5 años, un niño ya tiene suficiente balance y control motor para empezar a aprender, pero si usted ya es un adulto con licencia de conductor que aún no sabe pedalear, también es bienvenido a usar este método.
Primero echemos un ojo a algunas formas incorrectas.
No corra detrás de su hijo sosteniendo y luego soltando la bicicleta. Usted puede pensar que se mantiene cerca y listo para ayudar, pero después de soltar la bicicleta y dejar ir a su hijo(a), éste se encontrará arriba de una bicicleta que avanza por sí sola, sin saber cómo usar los frenos, sin saber cómo controlar esa tremenda máquina y tratando de mantener la bici en movimiento haciendo lo mejor por pedalear, pero no importa que tan fuerte usted grite “¡pedalea, pedalea!”, el pobre niño no es muy bueno en eso. Para cuando su pequeñín aprenda a usar los pedales, aún no sabrá cómo poner la bicicleta en movimiento y la autoconfianza de su retoño estará en un nivel muy bajo.
No use rueditas estabilizadoras. Esas pequeñas ruedas a los costados no ayudarán a su niño a aprender. Son buenas si su hijo es muy pequeño, pero éste podrá usarlas por años sin aprender a mantener el equilibrio de la bicicleta.
Ahora veamos la manera fácil, entretenida, indolora y correcta.

Preparándose
Es fácil para su niño, pero usted debe estar preparado.
El sistema de frenos de la bicicleta debe ser de manillas, no de pedales; los frenos de pedal o frenos de torpedo son para ciclistas avanzados. A propósito, el niño debe alcanzar fácilmente las manillas de los frenos.
Su pequeño ciclista va a necesitar un casco. Las estadísticas indican que a su hijo nunca le va a ocurrir un gran accidente ni se encontrará en medio de una tragedia, pero siempre hay pequeños golpes y arañazos que un casco mantendrá dentro del ámbito de lo divertido.
Busque un terreno plano y otro con una pequeña pendiente, preferentemente con pasto.
Ajuste la altura del asiento de modo que su pequeño pueda tocar el suelo con las plantas de sus pies y quite los pedales. Lo más probable es que una llave ajustable, o llave francesa, servirá, pero existe la posibilidad de que necesite una llave especial para pedales, eso depende de la bicicleta. Para apretar o soltar los pedales debe considerar el sentido de rotación de éstos: para apretarlos tiene que girar la llave en el sentido de rotación de avance del pedaleo. En otras palabras, para soltar el pedal izquierdo gire la llave en el sentido de las manecillas del reloj y para soltar el pedal derecho gírela en el sentido contrario a las manecillas del reloj.

Frenando y rodando
Ahora usted está sobre terreno plano, con una bicicleta sin pedales, con el nivel del sillín lo suficientemente bajo y con un niño deseoso de aprender (espero).
Después de explicarle a su hijo o hija como usar los frenos, deje que se impulse con los pies, como caminado o corriendo, pero mucho mejor. Esta es la parte en que su niño debe aprender a usar los frenos, alternando entre frenazos repentinos y suaves desaceleraciones.
Cuando el niño haya aprendido, dígale que se impulse con los dos pies al mismo tiempo, avanzando la mayor distancia posible con los pies en el aire.
Ahora es el momento de trasladarse a un terreno inclinado y agarrar velocidad.

Terreno inclinado
En esta parte su hijo se acostumbrará a mantener los pies en el aire y a sentir la bicicleta moverse por sí sola. Si la bajada es muy inclinada, trate de empezar por la parte baja e ir subiendo gradualmente. Rodar cuesta abajo desde la cima puede ser intimidante y peligroso.

Pedaleo
Sólo cuando el niño esté lo suficientemente seguro, vuelva a poner los pedales a la bicicleta. Cuando atornille los pedales, hágalo suavemente o le costará plata.
La inclinación del terreno le ayudará a su niño a comenzar el impulso con un pie en el suelo y el otro en un pedal, y yendo hacia abajo, antes de que el impulso se termine, pídale a su hijo que trate de pedalear. No lo presione, ocurrirá de manera natural. Tal vez, la segunda o tercera vez, su hijo o hija comenzará a pedalear casi inmediatamente después de tomar impulso, y entonces será el momento en que usted podrá gritar “¡pedalea, pedalea!”
El resto dependerá de su hijo. Con algo de práctica, el nuevo ciclista podrá manejar cualquier cosa que venga.

jueves, 27 de diciembre de 2012

Activismo ciclista




Hay países y ciudades en este mundo, donde la bicicleta solamente es una forma de moverse de un lugar a otro, pero en el reino del automóvil, hay que luchar.

Un ex socio en un taller de bicicletas acostumbraba a disfrutar su pedaleo al trabajo pateando los espejos retrovisores de los autos estacionados en la ciclovía. Él no era el único, pero rayar la pintura era más popular. ¿Le suena familiar?

Era popular, pero ya no; actualmente ya no hay muchos conductores que estacionen sus vehículos en la ciclovía. Romper autos parece un método efectivo... parece.

Ocurrió hace algún tiempo, cuando hacer ciclovías se convirtió en una moda y los pobres automovilistas sin estacionamiento creyeron encontrar una solución. Actualmente no es sólo una moda y cualquier nuevo proyecto vial contempla una ciclovía. Pero ¿cómo empezó todo esto? ¿Quién lo empezó?                                                                                                                            
Los activistas comenzaron a juntarse en pequeños grupos, muchos años antes. En mi ciudad se llamaban a sí mismos “Los furiosos ciclistas”, y reclamaban su derecho a usar las calles. Su discurso era muy similar al del alcalde Bloomberg (New York): “... (las calles) no son para los autos... ciclistas y peatones y conductores de buses son tan importantes, si no más, puedo argumentar, que los automovilistas”. Poco a poco, estos grupos se hicieron más grandes y la gente comenzó a pensar que la bicicleta podría convertirse en una forma masiva de transporte; lo mismo pensaron los políticos.

Así es como en Santiago, Critical Mass, nunca fue vista como un “pedaleo mensual de protesta política”, ni tampoco las personas tenían que argumentar que legalmente no necesitaban notificar con anticipación los eventos a las autoridades, como argumenta el movimiento estudiantil; Masa Crítica tiene el apoyo de la policía (aburrido ¿Cierto?), mediante el cierre de las calles por donde los ciclistas van a pasar.
 
En otras ciudades no es tan aburrido. Critical Mass nació como un grupo de ciclistas que se juntaron un viernes en algún lugar hasta alcanzar una masa crítica que les permitió mandar en las calles, por un rato. Había pasado antes, pero el evento que inició el movimiento ocurrió en septiembre del 92 en San Francisco y se llamó “Commute clot” (coagulo vial), nombre que fue cambiado por uno que describiera mejor lo que realmente pasaba. La idea se esparció por otras ciudades, con variantes locales, pero manteniendo ciertas características, como la inexistencia de líderes, ni membrecías, ni rutas predefinidas. Por eso es que se le llama una “coincidencia organizada”.

Bicycling Against Oil Wars era una forma de decirle a Bush que no mate a nadie en mi nombre, no estoy tan desesperado por petróleo, así que no mande a nadie a matar a nadie. Ciclistas clamaban que matar a otros seres humanos en Irak era caro y que ese dinero podría estar mejor utilizado en fomentar una efectiva, saludable y verde forma de transporte.

The Rat Patrol es un grupo anarquista que odia las bicicletas nuevecitas de paquete, brillantes y de alta tecnología; así como a la vestimenta de lycra. El marketing exhibido en las revistas ciclísticas de papel cuché y el uso de la cultura ciclista para promover la compra de nuevos productos, en vez de reparar la vieja cleta, es todo parte de una conspiración capitalista. Así que desconfíe de aquellos que visten de superhéroes y llevan casco incluso cuando no montan una bicicleta.
 
Los Ghost Bikes pintan bicicletas de blanco, en memoria de los ciclistas fallecidos. Nuestras vidas tienen muchas caras y cuando una de ellas es reconocida por otros ciclistas, una bici será pintada de blanco cuando nos hayamos ido.
 
Los ciclistas activistas, son personas que dicen: “tengo una bicicleta y la pienso usar”. La mayoría no son violentos, sólo son personas mostrándole a otras personas que andar en bicicleta es parte de su forma de vida, y que a su forma-de-vida no le gusta ciertas cosas. Personalmente, prefiero no dañar los autos estacionados en las ciclovías; encuentro que es mejor tener una conversación con el desgraciado mal estacionado. Rayar la pintura parece efectivo, pero la primera e instintiva reacción contra la violencia es la violencia.

Antes de que los “furiosos ciclistas” existieran, un montón de personas usaban sus bicicletas para ir al trabajo todos los días. Los automovilistas no andan buscando ciclistas para atropellar, y cuando un conductor se baja de su auto para subirse a una bicicleta se convierte en un ciclista que se queja de lo mal que manejan los conductores.